Carlos, de 32 años de edad, se propuso hace un tiempo un reto solo al alcance de verdaderos superhombres, completar el Iroman de Lanzarote, una de las pruebas deportivas más duras del mundo. Más de un año lleva preparando Carlos a conciencia una prueba que le ha exigido una estricta dieta, entrenamientos durísimos, participación en maratones, en triatlones y en diversas pruebas. Todo con la vista puesta en Lanzarote, hacia donde partido la pasada semana, junto con sus familiares más cercanos, con la intención de terminar una competición donde ha tenido que cubrir 4 kilómetros nadando, 180 en bicicleta y 42 corriendo. Lo dicho, un autentico superhéroe. Su tiempo fue de 12 horas 59 minutos 38 segundos. Ayer, de vuelta a Monforte del Cid, recibió todo el cariño y admiración de un pueblo que puede presumir de contar con un IRONMAN FINISHER.
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